Pérdida de memoria, confusión mental, desorientación y mareos
Las personas que sufren de demencia a menudo se desorientan en el tiempo y el espacio. Esto puede ser el resultado de la confusión causada por cambios en el cerebro, pérdida de memoria o quizás debido a dificultades para reconocer personas y objetos.
El «reloj interno», que permite a las personas saber aproximadamente cuándo es hora de comer o dormir, también tiende a verse afectado. Es posible que le resulte difícil creer que alguien pueda perderse en su propia casa o realmente piense que ha estado ausente durante horas, cuando estuvo fuera de la habitación durante unos cinco minutos.
Sin embargo, tal comportamiento es bastante común, y quizás no sea tan extraño si tiene en cuenta las consecuencias de la pérdida de memoria.
Para la persona con demencia, el problema principal no es tanto el hecho de no saber qué hora es o reconocer un lugar y encontrar habitaciones diferentes, sino más la ansiedad que esto causa. De hecho, la mayoría de las personas se sentirían ansiosas por no poder encontrar su camino en su propia casa.
Cómo prevenir problemas por desorientación
Crear rutinas
A medida que se vuelve cada vez más difícil para la persona con demencia llevar un registro del tiempo, es útil si se mantiene una rutina regular con varios eventos para romper el día, lo que proporciona algún tipo de estructura. Si hay suficientes eventos que ocurren a lo largo del día, hay más oportunidades para darse cuenta aproximadamente de qué hora del día es, e incluso qué está sucediendo.
Una rutina regular evita que el día parezca una serie continua de eventos sorpresa y esto puede reducir la ansiedad. Una idea es escribir un plan de la rutina del día a la hora del desayuno con la persona con demencia. Podrías repasarlo de nuevo a la hora del almuerzo. De lo contrario, podría seguir más o menos la misma rutina básica todos los días, sin necesidad de escribirla.
Adaptar y luego mantener un ambiente estable
Es una buena idea tratar de mantener un entorno estable, siempre colocando las cosas en el mismo lugar y sin hacer demasiados cambios drásticos. Colocar letreros en las puertas con una imagen o palabras puede ayudar a la persona con demencia a moverse por su casa, incluso cuando ya no parece un lugar familiar.
Esto no les aliviará la sensación de estar perdido o en el lugar equivocado, pero ayudará a reducir la ansiedad causada por no saber su camino. Las etiquetas o letreros en los armarios y cajones pueden ayudar a una persona con demencia a orientarse sin tener que preguntar y llamar la atención sobre el problema.
Mover a la persona con demencia de un lugar a otro probablemente aumentará la desorientación. Por lo tanto, si otros miembros de la familia comparten el cuidado, es mejor que lo visiten, en lugar de trasladar a la persona con demencia de una casa a otra en rotación.
Cuanto más familiar sea el entorno, más fácil será para la persona con demencia sentirse en casa y cómoda. Por otro lado, mientras la persona tenga confianza en la familia o en otra persona, no debería haber un problema cuidándola en otro lugar, por ejemplo. una guardería.
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